La criticidad media consiste en la posibilidad latente de cortes de energía o de fallas que interrumpan el trabajo en los centros de datos, lo que genera una pérdida económica, y en estos casos el monitoreo y mantenimiento en todos los equipos se recomiendan dos o tres veces por año. En cambio una criticidad alta consiste en un riesgo potencial en la falla de electricidad, que al interrumpir el servicio puede ocasionar serias fallas en los centros de datos, y graves pérdidas para la compañía; en estos casos, el monitoreo debe sr constante y el mantenimiento se dará de forma tan frecuente como la empresa lo requiera.

​

La frecuencia del monitoreo se da con base en la estructura donde se encuentra el centro de datos, ya que si se encuentra en un entorno hostil, con temperaturas altas, un exceso de humedad en el ambiente, polvo, contaminación, altos niveles de vibración y fallas constantes en la electricidad, el monitoreo se debe realizar con mucha frecuencia. Los cortes eléctricos, hasta los más pequeños pero súbitos, son los que más afectan a los centros de datos, por lo que se recomienda contar con soluciones adecuadas para enfrentar una interrupción en la electricidad.